CON LOS DERECHOS, NO SE JUEGA

El empeoramiento de las condiciones de vida de los niños y niñas con la llegada de la pandemia, nos ha llevado a lanzar la campaña “Con los derechos, no se juega”. Una campaña que tiene como objetivo reivindicar la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y dar a conocer como se han visto vulnerados con la llegada de la Covid.

Hay que destacar que gran parte de la tarea que hace diariamente la Fundació Comtal (antes y después del estado de alerta sanitaria) gira alrededor de garantizar los derechos de los niños/as y de trabajar para que sepan que el simple hecho de ser querido, tener un hogar o ser escuchados, son derechos básicos los cuales tendrían que tener solo por el hecho de existir.

DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y A LA PARTICIPACIÓN

Uno de los derechos fundamentales de la infancia es el derecho a la libertad de expresión y participación. Según la Declaración de los Derechos de los Niños, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1959, la infancia tiene derecho a buscar, recibir informaciones adaptadas en su grado de madurez y a ser escuchada.
La libertad de expresión comporta bienestar e inclusión y permite al niño o niña ser capaz de entender y comprometerse con el mundo que lo rodea. Un niño que se puede expresar es y será un niño sano que podrá respetarse a él o ella misma y tener cuidado a la vez de otras personas.
En este contexto, hay que promover y trabajar para garantizar la participación y la escucha real de los niños/as, en todas las decisiones que los afectan en su vida.
Desde la Fundació Comtal damos voz a los niños y niñas, escuchamos sus opiniones y creamos dinámicas para fomentar su participación, reflexión y criterio con total libertad y sin juicios.
Hace unas semanas organizamos una actividad para que los niños conocieran qué eran sus derechos y reflexionaran sobre cómo querrían que fuera su ciudad ideal. Este fue el resultado:

Los niños y niñas tienen derecho a disfrutar del nivel más alto posible de salud y bienestar. Por salud y bienestar se entienden aquellas formas de mantener hábitos de vida saludables y un nivel de bienestar físico y mental óptimo. Incluye entre otros, la posibilidad de tener agua potable, una buena higiene, alimentación, un hogar, recibir atención médica gratuita, y tener adultos al lado que velen por su educación, estado emocional y desarrollo.

La situación excepcional que estamos viviendo, ha afectado directamente la salud mental de los niños y adolescentes. Según el estudio de infancia y adolescencia “Análisis del estado actual de la garantía de derechos en Cataluña” de PINCAT y la Tabla del Tercer Sector Social, un 47% de las entidades encuestadas afirma que, con la crisis de la COVID-19, el número de niñas/os atendidos con problemas de salud mental ha aumentado y se prevé que aumente en los próximos meses, y calcula que en cuanto a problemas de salud mental, al menos un 13% de los niños y adolescentes atendidos por las entidades de la muestra manifiesta trastornos.

Este deterioro de la salud mental, se ha manifestado en ansiedad, depresión, agresividad, baja autoestima, y miedos generados por la situación de pandemia y las dificultades de convivir en espacios muy reducidos durante el confinamiento.
Para superar el daño emocional vivido, es urgente tomar medidas que garanticen el acceso a un servicio sanitario público y de calidad para tratar la salud mental.
En la Fundació Comtal, ponemos nuestro granito de arena ofreciendo un servicio de apoyo y acompañamiento psicológico gratuito para niños, niñas, jóvenes y familias. Y cubrimos necesidades básicas relacionas con alimentación, higiene y equipación escolar a 42 niños del área socioeducativa gracias a las tarjetas en bienes del programa CaixaProinfancia.

DERECHO A LA VIVIENDA Y A LA PROTECCIÓN

La vulneración del derecho a la vivienda es uno de los aspectos que más afecta a las personas menores, siendo muchas las familias amenazadas con quedarse en la calle.

De hecho, el 2020 ha sido marcado por un aumento de los desahucios inmobiliarios en Barcelona. Según el Servicio de Intervenciones en Situaciones de Pérdida de Vivienda y Ocupaciones (SIPHO), conocido como la Unidad antidesahucios del Ayuntamiento de Barcelona, indica que solo entre el 14 de septiembre y el 23 de octubre del 2020, se ordenaron 443 desahucios en la ciudad.
1.211 personas se vieron afectadas, entre las cuales 463 eran menores.

El camino para parar la problemática de la vivienda pasa por reactivar el tejido económico, cambiar las regulaciones del mercado de la vivienda y atender las emergencias sociales.

Para garantizar el derecho a un hogar, la Fundació Comtal ofrece en su área residencial, un espacio para vivir y crecer a jóvenes migrantes sin referentes familiares y niños/as que no pueden estar con sus familias.
Por otro lado, tienen que poder vivir en entornos libres de cualquier tipo de violencia y con un nivel adecuado de protección, atención y aprecio.

Con la crisis de la COVID-19, el número de casos de violencia en el hogar contra niños, niñas y adolescentes ha aumentado, a pesar que han quedado silenciados por la situación de confinamiento.

Según el estudio de infancia y adolescencia “Análisis del estado actual de la garantía de derechos en Cataluña” de PINCAT y la Tabla del Tercer Sector Social hasta un 28% de los niños/as atendidos por las entidades podría ser víctima de violencia en el hogar. En cuanto a la violencia en la escuela y en el ámbito del ocio, entre un 9% y un 34% de los niños atendidos por las entidades sufre violencia.

Para garantizar el derecho a la protección del niño o niña fuera y dentro del entorno familiar, ofrecemos información específica para la prevención del abuso sexual y el maltrato, y desarrollamos programas de apoyo a las familias, donde trabajamos la salud relacional familiar y la crianza positiva y sin violencia.

En cuanto al cuidado del infante, hay que favorecer políticas publicas de apoyo a la crianza y velar para que las medidas de flexibilización laboral y teletrabajo no invisibilicen el derecho de los niños/as a recibir una atención adecuada por parte de las personas cuidadoras, y porque estas medidas no supongan una doble discriminación para las mujeres.

DERECHO AL JUEGO Y AL OCIO

La educación en el ocio es indispensable para el desarrollo vital de los niños/as y adolescentes, mejora sus relaciones sociales, el autoconocimiento, la conciencia comunitaria y la autonomía personal.

El niño o niña tiene que poder jugar y relacionarse, pero cuando acaba el horario escolar, no todos tienen las mismas oportunidades de acceso a las diversas fuentes educativas y lúdicas fuera del entorno escolar.

En Cataluña, 8 de cada 10 niños, niñas y adolescentes participan en actividades educativas y de ocio, pero hay un 20% ( 160.000 niños aprox) que no tiene acceso.
Familias con menos estudios, ingresos, de origen extranjero… son algunas de las características de los niños/as que menos participan en extraescolares.

Según la Fundación Bofill, los niños/as de familias vulnerables hacen 6.000 horas de extraescolar menos que los de familias acomodadas durante su paso por la educación obligatoria, puesto que acontecen actividades que requieren de un coste extra que no pueden asumir muchas de estas familias por la situación socioeconómica en la que se encuentran.
Desde la Fundació Comtal, promovemos el valor del ocio educativo y de las actividades recreativas, culturals y deportivas como derechos fundamentales por los niños/as ofreciendo programas socioeducativos como el Centro Abierto Tria y las actividades de verano, para que ningún niño, niña y adolescente se quede excluido de la oferta lúdica fuera del curso escolar o se queden solos en casa o en la calle.

El empeoramiento de la situación socioeconómica de las familias ha hecho crecer la demanda para acceder a servicios socioeducativos, provocando un aumento de solicitudes y de listas de espera para acceder en nuestros programas.
Durante el curso 20-21 la Fundació Comtal atendió cerca de 270 niños/as y adolescentes. Un 31’30% se quedaron en lista de espera y sin poder acceder en el Centro Abierto Tria a inicio de curso porque las plazas estaban ya llenas, hecho que dejó atrás a 41 niños y adolescentes, de los cuales pudimos acoger a 14 durante el curso y 13 derivamos a otras entidades y recursos del barrio.
En cuanto a las actividades de verano, 15 familias se encontraban en lista de espera para apuntar a sus hijos/as al casal, las colonias y los campamentos de la Fundació Comtal, y de estas pudimos acoger a 8 familias nuevas, otros 5 las derivamos y 2 familias en contacto con Servicios Sociales del Casco Antiguo de Barcelona se quedaron sin poder acceder a ningún servicio de verano.

En este sentido, pedimos ayudas económicas para que todos los niños/as socialmente desfavorecidos puedan participar en igualdad de oportunidades, a actividades de ocio y extraescolares.

DERECHO A LA EDUCACIÓN

Todos los niños/as tienen derecho a la educación. La educación tiene que estar encaminada a desarrollar la personalidad, aptitudes y capacidades de los niños, niñas y adolescentes, fomentando su espíritu respetuoso y responsable con otras personas, otras culturas y con el medio ambiente.

Cómo es sabido, la pandemia está provocando que los ingresos de muchas familias se vean reducidos y aparezca dificultades para asumir gastos asociados a la escolarización. Un 31% de las familias atendidas por varias entidades sociales no puede cubrir las necesidades económicas derivadas de la escolarización según PINCAT y la Tabla del Tercer Sector Social.

Por otro lado, durante el confinamiento en que el seguimiento del curso escolar ha estado telemático, la brecha digital ( dificultad de acceso a las nuevas tecnologías y conocimientos de uso insuficiente) ha resultado especialmente discriminatoria para el alumnado que no disponía de conectividad ni provisión de equipaciones adecuadas para seguir las clases. A pesar del esfuerzo del Departamento de Educación y las administraciones locales todavía hay alumnas y alumnos sin acceso a la educación de forma telemática y sin dispositivos para desarrollar la actividad lectiva, hecho que provoca riesgo en su inclusión social, educativa, y en su futuro laboral.

En este sentido, ONO recoge que 1 de cada 3 niños/as en edad escolar no tuvo acceso a clases virtuales cuando nos obligaron a cerrar las escuelas.
En la Fundació Comtal un 50% de las familias que atendimos durante el curso 20-21, no tenían ordenador ni tablet a casa, y el otro mitad disponía de un solo dispositivo (generalmente móvil) para compartir entre todos los miembros de la familia, con más de un hijo/a en edad escolar.
Además, un 22% de las familias no tenía internet a casa y recurrían en redes WIFI del vecindario, tiendas del barrio o restaurantes próximos para conseguir conectividad. Y más del 60% de las familias que sí tenían, contaban con una conexión insuficiente para trabajar con Meets, Zoom o Classroom, plataformas interactivas que utilizaban las escuelas para dar clases en línea.

Ante la situación nos marcamos como reto minimizar al máximo las desigualdades que la pandemia había provocado en el ámbito educativo, y trabajamos para garantizar que niños, adolescentes y jóvenes pudieran tener acceso a internet y dispositivos tecnológicos para su presente y futuro académico, recaudando más de 8.000€ y facilitando al 100% del alumnado de la Escuela de Segunda Oportunidad de la Fundació Comtal, dispositivos adecuados para poder continuar su itinerario formativo.
Así pues, la pandemia ha vulnerado el derecho a la educación de mucho niños/as y adolescentes y ha evidenciado que encara no todos los chicos y chicas aprenden en igualdad de condiciones.

Dejando de lado el contexto pandémico, problemas como la pobreza, la segregación escolar o el abandono prematuro de los estudios continúan siendo un auténtico dolor de cabeza en Cataluña desde hace años.
Seguimos arrastrando cifras muy elevadas de fracaso escolar. Un 20% del alumnado no consigue graduarse de la ESO según el “Mapa del Abandono Educativo Temprano en España, 2021” y también presentamos unas cifras muy elevadas de abandono escolar prematuro (el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que como máximo ha logrado la ESO), en comparación a otros países europeos.
Referente a la tasa de abandono prematuro, al menos un 31% de los niños/as atendidos por más de 30 entidades catalanas abandona la escuela de forma prematura, dato que casi doblaría la tasa de abandono prematuro en Cataluña que actualmente es del 17% (INDESCAT, 2021).

Ante esta situación, desde la Fundació Comtal trabajamos para combatir el abandono escolar prematuro, el fracaso escolar y sus consecuencias, ofreciendo proyectos educativos de segunda oportunidad, de acompañamiento sociolaboral, y de refuerzo escolar.

Debido al aumento de solicitudes para acceder al proyecto Tria Estudio de la Fundació Comtal, un 10’9% de niños/as y adolescentes en situación vulnerable se quedaron en lista de espera y sin poder acceder en el programa de acompañamiento a la escolarización, hecho que dejó a 9 niños, niñas y adolescentes fuera del servicio.
Además de trabajar para hacer frente al fracaso escolar, en nuestro espacio tecnológico, contribuimos a romper la rendija digital acercando las TIC a la población y mejorando sus conocimientos informáticos.

Para garantizar el acceso en una educación gratuita y de calidad, se tendrían que llevar a cabo una serie de medidas urgentes: velar para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de aprendizaje, aumentar la inversión pública en educación desde un enfoque inclusivo y de equidad que priorice el alumnado en situación vulnerable y los centros de mayor complejidad. Así como garantizar un acceso universal a las TIC, desarrollar un plan de abordaje del fracaso escolar y apostar por las Escuelas de Segunda Oportunidad.

REIVINDICAMOS LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS Y NIÑOS

Hemos hablado de vivienda, alimentación, educación, ocio, salud … Estos son solo algunos de los derechos fundamentales por los que hay que seguir trabajando, ya que nos queda todavía mucho trabajo por hacer para garantizar estos y todos sus derechos de una forma íntegra y real.
Desde la Fundació Comtal reclamamos que la infancia no vuelva a quedar en la cola de las políticas sociales y que se trabaje urgentemente para que todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades y ninguno quede atrás.

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Ayúdanos a seguir protegiendo los derechos de más de 300 niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad durante este nuevo curso:

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