CÓMO AFECTA LA COVID AL MUNDO LABORAL

Durante los meses que duró el estado de alarma, muchos trabajadores y trabajadoras vieron como sus trabajos quedaban en suspensión a través de ERTE’s. Además de esta situación, se añadieron otras como despidos improcedentes o pérdida de ingresos por reducciones de jornadas que han llevado en muchos casos a la vulneración de los derechos laborales fundamentales.

Hay que tener presentes las múltiples situaciones de desigualdad y precariedad laboral en las que se encuentran muchas familias a causa del impacto de la pandemia para concienciar en la necesidad de revertir la situación de manera urgente.
Hoy hablamos con la Dirley Hernanez, abogada en temas de derechos laborales, extranjería y vivienda de la Fundació Comtal, quién nos explicará cómo la pandemia ha afectado al sector laboral.

¿Cómo está afectando la pandemia al sector laboral? 

La Covid19 ha dejado en evidencia una gran desigualdad social y una crisis económica que costará superar.
En el sector laboral ha provocado destrucción de empresas y puestos de trabajo, congelación de la oferta laboral y un aumento de personas sin ingresos para poder cubrir necesidades básicas.

¿Qué tendría que hacer una persona si siente que se están vulnerando sus derechos laborales?  

En primer lugar debe informarse adecuadamente y hacerlo lo más rápido posible para poder reclamar su derecho a tiempo. En segundo lugar, tener los documentos necesarios para justificar la vulneración de derechos como contratos de trabajo, nóminas, cartas de despido, chats de WhatsApp, mails… Y en último lugar, pedir asesoramiento a una persona profesional, sea abogado/a o graduado/a social.

¿Existen recursos de asesoramiento laboral gratuitos?

Sí claro, Fundaciones, Ayuntamientos, el SOJ y Puntos de Información de Defensa Laboral, entre otras.

¿Consideras que los derechos de los trabajadores/as están siendo ahora, más vulnerados que nunca? En qué sentido? 

Para pedir ayudas, una gran parte de la ciudadanía tenía que hacer tramites en línea a través de conexión a internet, certificados digitales y dispositivos tecnológicos que no tenían en casa, perdiendo así el derecho a la ayuda económica.
La desinformación, la falta de apoyo por parte del Estado, las ayudas económicas que no han llegado y el cierre de las empresas y puestos de trabajo, ha provocado un aumento de situaciones de vulnerabilidad y precariedad en el ámbito laboral que ha hecho empeorar la calidad de vida de muchas familias.
He llegado a recibir llamadas de personas que me han dicho: “tengo dos hijos pequeños y no tengo nada para darles de comer”.

¿Con qué casos te encuentras a menudo? Qué tipo de apoyo les ofreces? 

Nos encontramos con todo tipo de casos en relación a:

  • ERTEs
  • Despido o extinción
  • Vulneración de derechos fundamentales (acoso, discriminación, conciliación familiar/laboral, esclavitud laboral…)
  • Reclamación de cantidades (liquidaciones)
  • Seguridad Social (incapacitados, paro, jubilaciones, prestaciones no contributivas….)
  • Riesgos laborales
  • Dudas sobre derechos laborales en general (salario, contrato, vacaciones, descansos, convenios…)
  • Modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo (bajada de categoría, bajada salarial…)

Ante estas situaciones, lo primero que hacemos es escuchar a la persona. A medida que nos expone su situación podemos comprender qué le ha pasado y qué necesita. Se les explica el derecho que consideramos que le ha sido vulnerado y finalmente le aconsejamos sobre lo que tendría que hacer:

  • Denuncia Inspección de Trabajo
  • Derivación a extranjería, a Seguridad Social, al SEPE, a Servicios Sociales, sindicados, ZOCO, SOJ, o Barcelona Activa

¿Han empeorado las condiciones laborales de los trabajadores/as con la llegada de la COVID19? 

Las personas autónomas y las pequeñas y medianas empresas han sido las más perjudicadas, así como una buena parte de las actividades del sector industrial y del sector servicios, comercio, transportes, restauración, hostelería y cultura.
Aquellas empresas que mejor se han adaptado a las exigencias tecnológicas, y aquellas personas que han podido teletrabajar, son las que mejor han mantenido sus condiciones y derechos laborales.
La población trabajadora que ya partía de una situación desfavorable, con la llegada de la pandemia ha sufrido con mayor intensidad los efectos negativos de la crisis.

¿Qué sectores han sido los más precaritzados? 

Personas con contratos temporales y/o a tiempo parcial, personas trabajadoras en el sector sanidad, en residencias, personal de limpieza, del ámbito social, cajeras y cajeros, repartidores y repartidoras de mercancías… obligados/as a exponerse al virus, en muchas ocasiones, sin protección adecuada.

¿Qué se tendría que cambiar del sistema para que no se produjeran estas vulneraciones de derechos laboral? 

Muchas cosas, para empezar, dejar el egoísmo de lado, combatir la desigualdad y ofrecer oportunidades a nivel educativo y laboral

¿Qué escenario laboral les espera a los jóvenes? 

Según datos de EUROSTAT, España presentaba antes del impacto de la pandemia una tasa de desocupación del 17,2%. Esta cifra, más alta que la media de la UE, expresada en términos absolutos, encubre la constatación que el paro afecta especialmente a los jóvenes (en situación de infra-ocupación) y que muchas personas, se encuentran en situación de contratos temporales y largas jornadas laborales, con horas extras no remuneradas (OCDE,2020).
El escenario futuro es incierto. Si queremos un futuro digno por la juventud, tenemos que proteger sus derechos y educarlos para que desarrollen competencias y habilidades transversales en el entorno personal y laboral. Por eso es necesario solucionar las desigualdades de varios órdenes que tendrían que corregirse:

  • Menores que tienen acceso a recursos y conexiones digitales, y aquellos/as que no.
  • Menores que disponen de viviendas con condiciones y espacios adecuados para llevar a cabo actividades formativas, y aquellos/as que no.
  • Menores inscritos en centros educativos que han buscado estrategias para mantener la actividad lectiva no-presencial, y los que no.
  • Menores que conviven con personas aduktas que pueden acompañarlos en el seguimiento de los deberes y las actividades lectivas y los que no.

El futuro de la gente joven puede ser una gran oportunidad si trabajamos la igualdad y les acompañamos para que puedan acceder a una educación/formación digna para su futuro.