VOLUNTARIADO PARA ENSEÑAR Y APRENDER

Hace más de diez años, Ramón Molist se unió a la Fundació Comtal como voluntario, justo cuando se preparaba para jubilarse. Desde entonces, su implicación y dedicación han sido esenciales para muchos jóvenes que, gracias a su ayuda, han podido superar barreras académicas y personales.

Ramón ha participado en numerosos programas de la Fundación, empezando por sesiones de refuerzo escolar por las tardes para adolescentes, hasta programas de orientación laboral para jóvenes. Actualmente, imparte clases de refuerzo en matemáticas y física tres días a la semana a estudiantes de secundaria y bachillerato, dentro del proyecto Tria Estudi de la Fundació Comtal.

Este proyecto tiene como objetivo mejorar el aprendizaje y el éxito escolar del alumnado, combinando herramientas motivacionales con métodos pedagógicos. Gracias al trabajo de personas como Ramón, y al equipo educativo que lo acompaña, 89 niños/as y jóvenes han recibido apoyo educativo, y un 98% ha conseguido promocionar de curso con éxito.

Uno de los recuerdos más emotivos de Ramón es de una semana especialmente intensa en la que ayudó a una joven a preparar un examen de matemáticas. “A la semana siguiente, volvió a la clase de refuerzo radiante, contándome que había aprobado. Me agradeció de corazón mi apoyo, y ese pequeño momento de satisfacción es lo que me da la fuerza para continuar como voluntario.

Estos instantes de gratitud y éxito compartido son los que hacen que Ramón celebre los logros de sus alumnos como si fueran propios. Su implicación es tan profunda que no se plantea retirarse del voluntariado: “La recompensa que recibo es mucho más de lo que doy. Es lo que me mantiene vinculado al proyecto.”

Para Ramón, su labor va más allá de las asignaturas. “Es importante que sepan que pueden ser buenos estudiantes. Les ayudamos a ganar autoestima y confianza, a creer en sí mismos/as, y a forjarse un futuro en algo que les apasione, sabiendo que siempre estarán acompañados en este camino.

Ramón es plenamente consciente del impacto que tiene su labor. “No puedo arreglar el mundo, pero sí puedo poner mi granito de arena para que estos jóvenes tengan las mismas oportunidades que cualquier otro joven de su edad.”

Esta conciencia le ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de mejorar el sistema educativo y las oportunidades laborales. “A través de mi experiencia en la Fundación, me he dado cuenta de la importancia vital de promover una educación de calidad. Cuando participé en programas de orientación laboral, ayudando a los jóvenes a preparar entrevistas de trabajo, vi de primera mano cómo la falta de formación es una barrera para encontrar empleo. Por eso, pido más apoyo para programas como los de la Fundación, que trabajan para prevenir el abandono escolar y promover el acompañamiento formativo, así como reformas laborales que ofrezcan oportunidades reales a los colectivos vulnerables.”

Agradecido por la oportunidad de contribuir, Ramón anima a otras personas a unirse al voluntariado. “Todos tenemos algo que ofrecer, cada uno desde sus habilidades y experiencias. Dar un poco de nuestro tiempo puede cambiar la vida de otra persona y, de paso, también cambiar la nuestra.”

Desde la Fundación, solo podemos expresar nuestra gratitud hacia Ramón y todas las personas voluntarias que hacen posibles nuestros proyectos. ¡Gracias por estar ahí y ayudarnos a construir un futuro mejor!

¿Quieres hacer voluntariado?

Infórmate y apúntate aquí o enviando un correo a voluntariat@comtal.org.