Un momento para recordar
Recordar (del latín Re-cordare; volver a pasar por el corazón) es una manera de revivir las experiencias, en cierto modo de volver al pasado con la mente puesta en el presente. La palabra recordar suele estar asociada a un componente emocional que la hace en cierto modo especial. Recordar es un acto de selección memorística, no todo cabe en el cajón de los recuerdos, hay recuerdos más o menos intensos, hay recuerdos más o menos agradables, hay recuerdos más o menos presentes, … pero sin duda hay algunos que no nos van a abandonar nunca, quizás porque van asociados a esas emociones que acompañan al recuerdo. Por ello queremos rescatar la palabra recordar del universo gramatical, porque más allá de las acciones que componen nuestro proyecto hay una emoción que siempre nos (las) acompaña. Recuerdo a Geomar, viniendo cada semana al espacio de deberes y también a su voluntaria Laura, que le ayuda cada viernes a hacer refuerzo en las asignaturas que más les cuestan; y sobre todo, le recuerdo hace una semana atrás anunciando, con una sonrisa enorme, que pasaba de curso. Recuerdo a Amina emocionada, preguntando cuando saldríamos otra vez a la calle a hacer otra actividad de circo. La recuerdo subida a la cuerda floja, haciendo equilibrios con las manos en alto con cara de concentración, como si estuviera delante de miles de espectadores y ella fuera la artista principal. También recuerdo a Judith, madre de Iván, preocupada por encontrar un lugar donde ayudaran a su hijo a hacer los deberes. Y sobre todo la recuerdo, agradecida, una vez le anunciamos que ya podía empezar a traer a Iván al espacio de deberes. El recuerdo de Naïm, pintando con Omar y Stacy un mural enorme colgado en el medio de la calle, pintando en libertad el barrio que imaginan, llenándolo de colores todos juntos. También está Isidre, un voluntario entusiasta que nunca tiene un no por respuesta, ha estado ayudando en todas las actividades que proponíamos a lo largo del curso, deberes, actividades en la calle, refuerzo escolar individual, fiestas, formaciones de voluntariado, etc. Recuerdo también a Fátima preguntando si sus amigas estaban invitadas a la fiesta de la Primavera que organizábamos en la plaza, y su alegría al saber que la fiesta era de tod@s y para tod@s. Y también a Bassima, y a Joaquim, y a Andrea… al centenar de niños y niñas que pasaron este año por el Centre Obert buscando un espacio de ayuda, que los acompañe en el día a día, y que sean una oportunidad para el futuro. Un nuevo final de curso con sus valoraciones, y sus críticas sinceras y positivas. Aplaudir las victorias y aprender de los errores cometidos, sobre todo de los errores, que son los que nos van a permitir mejorar nuestra tarea. Os invitamos a que, durante lo que queda de verano, practiquéis este ejercicio de recordar y hacer (re)vivir al corazón, todo aquellos que lo habéis llenado de vida compartida. El equipo educativo de la Fundació Comtal
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