MANIFIESTO DEL SECRETARIADO

El Secretariat de marginació del Arzobispado de Barcelona ha dedicado sus encuentros de este curso 2014-15 a reflexionar sobre cómo desearían que fuesen las políticas y acciones sociales en nuestro país, en los próximos años. Años que serán decisivos en la configuración política y social de Catalunya. El objetivo final es colaborar con propuestas positivas, que sean justas y ayuden en la mejora de las condiciones de vida de los excluidos y marginados. La Fundació Comtal comparte el mensaje que se quiere transmitir y ayudamos a difundirlo.

La reflexión ha sido inspirada en la doctrina social de la Iglesia, que tiene como uno de sus principios que la economía esté al servicio de las personas, y no las personas al servicio de la economía. Se han fijado en algunos colectivos que actualmente se encuentran en una situación de mucha vulnerabilidad:

  • Familias sin recursos que han sufrido o están en riesgo de sufrir desahucio,
  • Niños con malnutrición, mujeres solas con cargas familiares,
  • Mujeres que sufren violencia de género, o se ven obligadas a ejercer la prostitución,
  • Personas sin techo, inmigrantes en situación alegal,
  • También el crecimiento de las desigualdades económicas, como consecuencia de este tiempo de crisis.

DEMANDAS DIRIGIDAS A LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS

  1. Unas leyes de vivienda que faciliten que toda persona tenga una vivienda digna. Y que se busquen soluciones políticas para poner fin a los desahucios que dejan a familias en la calle, tan frecuentes en estos últimos años en Catalunya y que ha sido motivo de sufrimiento para tantas personas.
  2. Que haya sitios donde, sin excesivas exigencias, se pueda acoger a las personas sin techo. Y también que junto con la acogida se les ofrezcan tratamientos médicos y psicológicos para las enfermedades psíquicas y de adicciones, que a menudo sufren estas personas.
  3. Atención a las mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución. Priorizar planes de reinserción social, ofertas realistas de trabajo, por encima de la represión policial en el calle.
  4. Ayudas suficientes a las familias, especialmente a las que no tienen recursos, a las desestructuradas, monoparentales, para que puedan garantizar una alimentación y educación adecuada a sus hijos. Luchar contra la malnutrición infantil.
  5. Garantizar una renda básica a toda la población.
  6. Combatir, y si es necesario penalizar, las expresiones, gestos y actitudes xenófobos que se den en personas y organizaciones sociales y políticas en contra de los inmigrantes.
  7. Garantizar la educación y la sanidad a todas las personas que viven entre nosotros, independientemente de su situación legal.
  8. Hacer planes urbanísticos en los barrios, con equipamientos culturales, deportivos, sociales que favorezcan la cohesión social.
  9. No perseguir, con controles o batidas a personas, sólo porque sus rasgos físicos, permitan pensar que son personas nacidas fuera.
  10. Políticas que permitan a los jóvenes i las mujeres, el acceso al trabajo. Planes de formación profesional especialmente para personas que tienen dificultades de seguir los cursos reglados de los planes de formación.

DEMANDAS DIRIGIDAS A LAS COMUNIDES CRISTIANAS

Que fieles al mensaje del Evangelio, y siguiendo las enseñanzas del Papa Francisco, estén atentas a los sufrimientos de los hombres y mujeres, y no olviden que los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio. “Hay que decir sin disimulos que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. No los dejemos solos nunca”. (Evangelii Guadium n. 48)

LA RESPONSABILIDAD DE TODA LA COMUNIDAD

Las demandas nos incumben a todos, y muy especialmente a los que trabajamos por la dignidad de las personas del “cuarto mundo”. Como seguidores de Jesucristo, no nos podemos quedar sólo en pedir a las instituciones políticas que asuman sus responsabilidades, sino que queremos manifestar nuestro compromiso en trabajar tanto individualmente como entidades de Iglesia en favor de los más necesitados, hacemos nuestras las palabras del papa Francisco, queremos una Iglesia pobre, y para los pobres. Una Iglesia que escucha el clamor de los más desfavorecidos.

Amamos nuestro país, Catalunya, y queremos poner a su servicio nuestros talentos. Un país que deseamos justo, libre y en donde cualquier persona pueda vivir con dignidad.

EL AGRADECIMIENTO

Gracias a todas las personas, profesionales y voluntarios que, desde hace mucho tiempo trabajan por la dignidad de las personas, así como las muchas instituciones, que en tiempos de crisis y recortes, han substituido la falta de recursos con su esfuerzo y su creatividad.